Breves momentos de inspiración y alguna noche de insomnio

sábado, 23 de mayo de 2020

Me tropecé con un poema herido

 Me tropecé con un poema herido,
un día florido de mayo.
Alguien lo prendió de un blog,
intentando recordarle al mundo
que nadie se olvide de tanto encierro y quebranto.

Su sangre era negra y dibujaba letras sin sentido,
irreconocibles, irreconciliables;
sin embargo, su luz apagada revelaba un pasado glorioso
de juegos florales en auténticas primaveras.
Lo arropé entre mis manos, 
lo curé con un beso lanzado al viento
y comenzó a vibrar con palabras nuevas, 
con palabras bellas.


6 comentarios:

  1. Precioso tu poema, Merche, anima saber que hay palabras nuevas y bellas, sin olvidar el irremediable confinamiento que hemos vivido.
    Mil besos.

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    1. Gracias, Montse. Quise curar el poema de Toro Salvaje, porque me dio mucha penilla cuando lo leí.

      Muchos besitos!

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  2. :)

    Qué bien lo has curado.
    Mi poema herido parece que ahora está risueño.
    Me alegro por él.

    Besos y gracias.

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    1. Toco palmitas, como los emojis. Me siento contenta. Los poemas son nuestros hijos literarios, a los que hay que dar analgésicos, antipiréticos...y besar la frente, como buenos progenitores.

      Besitos, papi! ;)

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  3. Tú conviertes palabras en plumas, versos en aves del paraíso, poemas en habitantes del Parnaso.


    :))

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    1. Madre mía!! Agradezco tus elogios, pero te has pasado, chica...!! Jajaja.
      Muchos besitos.

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