Breves momentos de inspiración y alguna noche de insomnio

domingo, 8 de marzo de 2020

La ciudad duerme

 La ciudad duerme
en un estertor apagado.

Se suicidó la noche
calladamente
y la encontraron
ahogada en el mar.

Alguien tiró la llave
que abre las calles,
y dan paso a la vida.

Sola en silencio
paseo por los tejados,
la vista perdida
en una luciérnaga
que amaga la luz de la luna
y prende una bombilla
incandescente
cuando maúlla el gato en celo.

Alguien ha gritado un secreto
al oído de las nubes
que amenazaban lluvia,
querían refrescar las calles
y bañarlas de llanto.

Las aceras resbalaban tus pasos
que se debatían en regresar
o marchar definitivamente
a otros mundos lejanos,
mientras la ciudad dormía.

Pero el tiempo no espera,
se perdió en el desierto
de la desesperanza.

Quizás le tocó perder.
Las manos en los bolsillos,
como un paria,
buscando en su interior
el billete de ida que le lleva
a la esperanza
y le despeja las dudas
una a una.

La ciudad, poco a poco,
vuelve a la vida.

2 comentarios:


  1. Merche, qué bonita a la vez que melancólica manera de describir la noche, una noche... cualquiera.
    El poema está llena de imágenes preciosas, como se suicidó la noche o las aceras resbalaban tus pasos...

    ¡Cuánta poesía hay en ti!

    Besos

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  2. Amiga, la melancolía me tiene atrapada...
    Muchas gracias, preciosa y dulce Alís!!

    Cienes y cienes de besos

    ResponderEliminar

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