Ayer estuve en tu playa, nuestra playa, donde tú, sedienta de mar, te mojaste los pies en la orilla. Aún recuerdo las instantáneas que inmortalizaron aquel día. Tú de espaldas, con las sandalias en una mano agitándolas al viento, henchida de brisa marinera, mientras reías y espantabas gaviotas. Tú, mujer de monte desde donde se divisa el Tiétar, ¡cuánto bálsamo era para ti el mar!. De aquel grupo, hoy disuelto, faltáis dos, las más locas y auténticas, las que irradiabais una luz especial y poder magnético.
Hoy no he sabido, no he podido tararear la canción de José Sepúlveda, nuestra canción,
mirando al mar, soñé que estabas junto a mí,
mirando al mar yo no sé qué sentí que acordándome de ti, lloré.
Aquella, que cantábamos mientras yo te hacía fotos, y tú, mirando al mar, soñabas con volver muchas veces a Málaga, tú Málaga.
ResponderEliminarEse bolero tendrá para ti, para siempre, su nombre
Un abrazo grande, Merche
Sólo lamento que volver a leerte se deba a un dolor que te aprieta el alma
Por siempre...
ResponderEliminarUn beso grande!