Aún no te has ido, pero ya no estás.
Y cada noche llego hasta tu cama,
te acaricio la cara y te lleno de
besos.
Los que nunca me devolverás.
Y rodarán mis lágrimas por tu
mejilla,
que serán la sal de tu playa,
la que echará en falta tus pasos, tu
risa, tu vuelo...
Has parado mi tiempo en una espera
desierta, eterna.
Y cada día te digo adiós, pero aún
no te has ido.
Precioso poema, cuanto dolor refleja, esa espera agónica a que llegue el final definitivo, besos y mucho ánimo
ResponderEliminarPedir que a pesar del dolor, acabe ya su sufrimiento. Ayudarla a partir y que podamos escuchar sus risas desde el firmamento. Animo, ya se que no es facil cuando un alma afin a ti (como es vuestro caso) tiene que partir, pero no queda otra que dejarla ir. Besos.
ResponderEliminar@orosita61@gmail.com una espera muy dolorosa en la que vas construyendo tu duelo...
ResponderEliminar@MOLÍ DEL CANYER desear que se vaya y por fin pueda descansar en paz, es lo que deseamos todas las personas que la queremos.
ResponderEliminarMuchas gracias, besos.
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ResponderEliminarMerche, por un lado siento la alegría de leerte de nuevo, por otro la tristeza de lo que descubro en tu poema. Ese tiempo de acompañar a quien amamos, que no se va, pero ya no es quien era... Triste y desgarrador.
Besitos
@Alís tiempo de espera desgarrador que sufre el sufrimiento ajeno... que se hace propio.
ResponderEliminarBesos, preciosa amiga!