¿Qué vergel en primavera
nos hizo pecar en el edén?
¿Fue la belleza incontenida,
el color derramado
en el fin de los tiempos?
No fueron las bajas pasiones,
sino las sublimes,
la belleza
de mirarnos a los ojos cristalinos,
como un estanque azulado,
como frondosa vegetación
verdisoleada,
tupida de flores brillantes
que pintaron el día
de luz inaudita.
ASESINANDO NIÑOS
Hace 4 horas
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y la culpable de esa bella seducción , como siempre, fue la mujer; la única capaz de quitar nuestros ojos de Dios. Un abrazo
ResponderEliminarQuerida amiga, sinceramente pasar por aca a leerte es como un balsamo.
ResponderEliminarMe preguntaba con que facilidad sacas de la galera las palabras mas bellas para escribir tan seguido y uno mas bello que el otro.
Admiro tu capacidad y tu inteligencia!
Te abrazo fuerte fuerte!
- El Drac: Amigo rómpeme ese tópico. La culpable fue la belleza del paisaje.
ResponderEliminar;)
- Carla: No, amiga, soy yo la encantada de recibir vuestros comentarios. No hago más que dar pinceladas de inspiración, vosotr@s le dais belleza al blog. Gracias, me sonrojas. Besitos.
Fue esa flor!!!!
ResponderEliminarbeso*
Ella resume toda la belleza, desde luego, y fue la culpable.
ResponderEliminar;)
Besitos
A lo que llamamos pecado ¿no es acaso también una sublime pasión?
ResponderEliminarBesos
Si nos hizo pecar una sublime pasión, el hecho de pecar es sublime.
ResponderEliminarSe confirma el silogismo.
Besitos sublimes