Déjame recibir el día con ilusión,
déjame que el sol me hable
de mañanas mejores, de calor
-no quiero el frío-,
déjame que mi cuerpo sienta
que sigue vivo,
¡déjame, dolor, no me acompañes!
Déjame esta noche y la siguiente y la otra...
deja que las estrellas
brillen sólo para mí,
que la luna materna
acune mis sueños
y cante una nana dulce
que hable de ensueños.
Déjame volar cometas
en un azul claro,
junto a un lago,
y que el viento acaricie a la niña
que va de tu mano.
Pero suéltala, dolor,
no la acompañes,
déjala volar en libertad,
no empañes sus ojos,
no cortes sus alas,
no quieras amarla
dolor, déjala.
CAMINOS LIMPIOS
Hace 17 horas
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu mensaje, así sabré que has estado aquí. Gracias.