Tú me robaste un beso
como más gustan los besos:
furtivos.
Yo cerré los ojos
y tembló mi cuerpo de niña,
despertando al amor.
La sombra nos cobijaba
en nuestro refugio de ensueños,
donde con pacto de sangre
nos prometimos querernos,
y donde aprendimos
a no quemarnos con fuego.
En el callejón quedaron
nuestros susurros,
nuestras caricias y besos
guardados para siempre
al arrullo del silencio.
El callejón fue testigo
de caballos de cartón
y de lazos en el pelo,
de una historia que empezaba
de unos amantes traviesos
en edad de jugar
en edad de amar.
MADRE
Hace 18 horas
No sabía que a las niñas le gustaban los besos robados, a mí se me enseñó a no robar, nunca robé un beso, creo que se olvidaron enseñarme que en el amor sí se es permitido robar o ...tampoco???
ResponderEliminarLos besos robados, como mejor funcionan, son de niños; de adultos, jugamos a otras cosas. Me temo que ya no estamos en edad de robar.
ResponderEliminarPrepárate, que te beso ;)
Dulce ese amor infantil de besos y caricias furtivos, inexpertos y curiosos.
ResponderEliminarY maravilloso el rincón de la fotografía...
PD: ¿Cómo que ya no estamos en edad de robar besos? Siguen sabiendo igual de bien que entonces. Algunos, incluso mejor
Besitos (regalados)
Será que ya no recuerdo el sabor de los besos robados...
ResponderEliminarBesitos para ti también.
PD: la foto es de Frigiliana (Málaga)