Un poema marinero
ha echado el ancla en tu playa,
el cielo de atardecida,
olas de besos me empapan,
y la niña juega y juega
con caracolas de nácar
en la memoria del viento,
en el salitre del agua
—el corazón en las estrellas,
los recuerdos en la barca—.
Hace castillos de sueños,
los pies en la arena blanca
descalzos de sus temores
que se lleva la resaca.
Infancia en la mar serena,
brillantes versos de plata.
¡Qué bueno echar el ancla en tus poemas, Merche!
ResponderEliminarMil besos y abrazos.
¡Muchas gracias,amiga! Ancla tus suspiros antes que vuelen a mar abierto.
EliminarMuchísimos besitos.
El mar y la poesía son novios de siempre.
ResponderEliminarBesos.
Novios que nos invitan a celebrar con ellos la vida.
Eliminar¡Un beso grande, amigo!