Breves momentos de inspiración y alguna noche de insomnio

sábado, 25 de julio de 2020

Corto y cambio 32

El reloj de pared marca las once y veinte. Las agujas enmudecieron como la casa deshabitada. Todo está en su sitio, marcado por el polvo que cubre muebles y ausencias. Un día dejaron su casa sin ser conscientes que ya no volverían a ella, que no había retorno posible. ¿Cómo pudo hacerse extraña? ¿Dónde fueron los recuerdos y lo cotidiano? Cada vez las rutinas se volvieron más pequeñas y sencillas hasta convertirse en una maraña de confusión, que les empujaba hacia la ansiedad y la angustia. No reconocerse ni reconocer su historia y su paisaje, anclados en la infancia, -que todo lo pinta de rosa y nostalgia, como una pátina untuosa-, buscando la felicidad junto a unos seres que ya no están.

14 comentarios:

  1. Qué lindo??!! Enhorabuena, me encantó.
    Besos al alma

    ResponderEliminar
  2. Hace bastantes años volví a la casa ya abandonada de los abuelos y en cada rincón había voces del pasado, sensaciones, pálpitos... volví el año pasado ¡y la casa ya no estaba! Entre las ruinas yacían los recuerdos de mi infancia, mis abuelos, mis padres...
    P.D
    No entiendo como sin leer el texto se puede comentar: Qué lindo.Besos al alma.

    :))

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así debe ser, lindo gatito. En este caso, sus moradores se marcharon para no volver, aún sin saber que ese sería su final...
      Besitos.

      PD:
      :))

      Eliminar
  3. Los que somos un poco más jóvenes ya ni nos planteamos esas experiencias. Mi primer colegio es ahora un bloque de pisos de La Caixa. El parque de delante de la casa de mi infancia, una rotonda... Las agujas de los relojes hoy salen disparadas de los arcos del "progreso".

    P.D. Suscribo lo que dice el gatito. :)

    ResponderEliminar
  4. Todo cambia, y cuanto más avanzamos en la vida, el cambio se hace más y más vertiginoso.
    Se me viene a la memoria la canción, "Todo cambia", del chileno Julio Numhauser, que cantaba Mercedes Sosa, aunque con otro contenido.
    Los "arcos del 'progreso' se sustentan sobre las ruinas del pasado...
    Un besito, Pat.

    ResponderEliminar
  5. Ese polvo que cubre muebles y ausencias pareciera una losa. No permite ni siquiera acariciar los recuerdos, sólo su silueta.

    Ya sabes cómo me gustan tus "corto y cambio"

    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sus recuerdos se difuminaron y las siluetas, de las que hablas, se convirtieron en monstruos.

      Un besito, preciosa!

      Eliminar
  6. Es un texto profundo para reflexionar, las casas se impregnan de las historias de sus habitantes, y cuando ellos no están, quedan esas ausencias y silencios.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Queda mucho más... queda una profunda tristeza cuando sus moradores, ajenos a su suerte, abandonan su hogar porque ya no lo reconocen como suyo y sus necesidades ya son otras...
      Un beso grande!

      Eliminar
  7. Me entristecen las casas abandonadas.
    No dejan de ser un anticipo de nuestro futuro... de la muerte definitiva.

    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Me ha gustado tu relato, con esa nostalgia del ayer y ese reloj de pared marcando los tiempos.
    un beso enorme!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, querida Montse.
      La nostalgia me invade desde hace ya demasiado tiempo. Mi reloj avanza a trompicones...
      Mil besos!

      Eliminar

Deja tu mensaje, así sabré que has estado aquí. Gracias.