Qué vacío te taladra cuerpo y alma
en majestuosa ignominia
de quien despojó tus entrañas
en busca de una verdad
por descubrir,
por anunciar.
Qué grito ahogas en advertencia divina,
oquedad abierta a la luz
que alza tu mano en justicia
sobre las cabezas de los que te miran
y admiran, profeta de claroscuro,
profeta de tiempo olvido,
profeta.
Qué fuerza te domina por entero
en amenazante rictus
que descarga al aire
en luz proyectada,
curva, que riza la férrea fe
en el destino.
PUNTO DE COINCIDENCIA - 17
Hace 10 horas
Vacío es lo único que hay tras las palabras de muchos profetas.
ResponderEliminarNo en las tuyas, desde luego.
Besitos
Hola Alís:
ResponderEliminarPalabras huecas que juegan con las ilusiones y la fe de los incautos.
Besitos
lo que yo tengo para decir, ya lo dijo Alís, así que estoy de acuerdo con ella.
ResponderEliminarbesitos*
Me sumo a las palabras de Rayuela,
ResponderEliminarsuscribo las palabras de Alís,
prefiero escuchar tu recital
que mil dogmas de fe en ortodoxias.
Un beso en los poemas que recites
Jo, tu poema me da casi pavor.
ResponderEliminarEstremecen esos verso.
Besos.
¡¡¡BESICOS MILES!!!
ResponderEliminarTe quieres creer, que anoche sólo entré para decirte algo,estab reventaica, como decimos por aquí.
Me hace gracia que estuvieramos escribiendo a la vez, pero fue a tu blog al único que me asomé y me olvidé de los besicos,sería el viento,ja,ja..que se los llevó a otro tiempo....
¡¡¡BESICOS MILLONES!!!
- Rayuela:
ResponderEliminarEstamos de acuerdo las tres en la misma idea sobre el vacío.
Mil besos*
- Enric:
Amigo, puestos a elegir, verdad? Gracias.
Besos llenos de contenido
- Toro:
ResponderEliminarA mí también, Toro, me estremecen volver a leerlos. Así lo sentí anoche y así lo siento ahora.
Besos
- Cabopá:
Cómo me gusta terminar el día contigo! siempre me arrancas una sonrisa.
Hoy recojo todos tus besicos, por si otro día osa el viento llevárselos.
Y yo qué te puedo dar? pues besicos y más besicos