Dos inseparables
como dos manchas
en un test de Rorschach
que hay que interpretar
frente a frente
contagiándose el aliento,
uniendo sus contornos
y sus deseos.
Gemelas,
como dos gotas de agua
tatuadas por el destino,
que comparten imagen y atracción
en el espejo.
Y una mirada lejana
echa en falta
un beso no dado,
una historia no contada.
Juego CINE2 - 28
Hace 16 horas
No se puede escapar a lo que destino tatúa en nuestra piel ¿o sí?
ResponderEliminarGenial ese final con esa mirada que se me escapaba y que, efectivamente, parece de envidia.
Besitos
No, cada vez estoy más convencida, no podemos escapar.
ResponderEliminarEsta vez coincidimos a la primera en la misma observación, jaja.
Besitos, preciosa
Como decía Rocío Durcal "Era un cartel (tatata tata!) de publicidad (tatata ta)"
ResponderEliminarNo me avía dado cuenta pero creo que las pinturas son de usted cierto? Sáqueme de esa duda por favor, y es que con cada entrada la imagen siempre es muy acertada.
ResponderEliminarEl poema le ha quedado muy bien.
Un saludo.
- El Drac: Hola, amigo. No es precisamente un cartel de publicidad, es una exposición fotográfica. Besos
ResponderEliminar- Saul Cortez: Es la colección fotográfica "Mil besos" del colombiano Ruven Afanador, que expone en mi ciudad. Ojalá yo pintase o fotografiase la mitad de bien!! Lo cierto es que las imágenes me inspiran. Besos
las historias están para ser contadas...
ResponderEliminarbesos*
Te cedo el honor...
ResponderEliminarBesitos, linda.