No sé tu mirada, cuándo se hizo profunda
y escarbabas,
como psicoanalizando al otro
hasta desnudarlo.
No sé tu mirada, cuándo se hizo impaciente
y te apresurabas
en absorber cada instante
para retenerlo en tu retina,
como un fotógrafo experto
que captura al segundo
para elegir después
la mejor instantánea.
No sé tu mirada, cuándo se hizo extraña
y esquiva,
y apartabas de ella
todo lo que antes te reconocía
y te identificaba.
No sé tu mirada, no sé cuándo...
No sé tu mirada, cuándo se hizo pequeña
hasta no verme
y ni siquiera sentir mi presencia
que te devolvía mi clamor,
mi urgencia.
Tu mirada
se despidió de mí una tarde de otoño.
MAGIPOEMAS 62
Hace 14 horas
0 comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu mensaje, así sabré que has estado aquí. Gracias.