Hoy no he sabido pronunciar tu nombre,
me faltaban letras con qué hilar,
retazos de sueños perdidos,
parcelas de libertades ganadas.
Hoy no he sabido acariciar tu pecho
me faltaba ternura con que acunar mis canas
puentes construidos a pulso,
verdades a medias.
Hoy no he sabido mirarte a los ojos
me invadía la congoja
de mi corazón pequeño,
tan pequeño que no cabía ni la pena.
Y tú... me has desafiado a comprender.
BORGES
Hace 10 horas
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¿Qué te faltan letras para hilar...?
ResponderEliminarCreo que tus letras siempre están muy bien cosidas una tras otra,niña malagueña...
Besicos salados
P.D.
Hoy soy la primeraaaaaaaaaa!!!!!
ja,ja,a buenas horas mangas de imsonio..je,je,je...
Gracias, tesoro. A veces siento que me faltan tantas cosas esenciales... es una orfandad vital.
ResponderEliminarJajaja, me has arrancado una sonrisa... de ser la última, hoy te has convertido en la primera. Ves, por qué lapsus de tiempo cambia el orden de las cosas, para que luego digan!!
Ay, Maricarmen, qué haces a estas horitas despierta!
Besicos
Ni la pena cabía en tu corazoncito?
ResponderEliminarEso si que da pena eh?
Besos.
Cuando el corazón se acongoja, ya no cabe nada en él, ni siquiera la propia pena. Paradojas de la vida. (Uf! cuánta filosofía, jeje)
ResponderEliminarUn besazo
letras no te faltan...
ResponderEliminary tan pequeño es tu corazón?no lo creo...
hermoso,quedé suspirando;y escuchando The promise,ahhh!
mil besos*
Cuando leo un poema me pregunto si obedece a un sentimiento auténtico y vital o si se trata de un tema literario.
ResponderEliminarYo coincido con mi amiga Cabopá en la opinión y en mandarte un besico desde el sur de Murcia.
¿Será entonces mejor que nos invada la congoja? Así evitaríamos que la pena entrase al corazón ¿no? Mejor no probar.
ResponderEliminarY, mi niña, andas sobrada de letras y ternura. Magnífico este poema. Muy grande.
Besitos
- Rayuela: La congoja se encarga de encoger el corazón. Gracias, guapa, no soy nadie sin música... Besitos miles.
ResponderEliminar- Rosa Cáceres: Soy auténtica como la vida misma, aunque a veces también me gusta fabular, pero son las menos. Gracias, Rosica. Besos también para ti.
- Alís: Mejor no probar, jeje. Gracias, mi cielo, tú si que eres tierna. Besitos.