Dos broches, dos
en un árbol,
a la espera,
al acecho
espían
en monótona vela,
toman el sol
cerca de su refugio
porque desconfían.
Don Ramón no las mire
que se alarman,
que se esconden
en una greguería profunda.
EL NIÑO MUERTO
Hace 20 horas
Breves momentos de inspiración y alguna noche de insomnio
Dos broches, dos
en un árbol,
a la espera,
al acecho
espían
en monótona vela,
toman el sol
cerca de su refugio
porque desconfían.
Don Ramón no las mire
que se alarman,
que se esconden
en una greguería profunda.
¿Son las cejas del ojo del árbol?
ResponderEliminarbesos.
Son dos broches que disimulan el roto del árbol. Son el bigote de una boca sin dientes. Sí, son las cejas.
ResponderEliminarBesitos
Qué bueno!
ResponderEliminarLa foto, el poema y los comentarios. Don Ramón se sentiría a gusto viéndolo
Besitos
PD. Encontré un programa que parece que me permite abrir los blogs sin problemas. Espero que dure
Jajaja, sí, creo que le gustaría.
ResponderEliminarEres un (una) crack!!
Besitos, incansable.