Asoma, tímida la barca
sobre las rocas,
varada, oteando el mar
que llega a la orilla despacio,
en murmullo tenue
las olas hablan
y cuentan historias
de marinos y pescadores,
de otros barcos que zarpan.
Atardece en la playa
y las nubes vienen al encuentro
antes de que el cielo
se tiña de rojo.
A lo lejos, muy a lo lejos
preside el paisaje
enhiesto surtidor
como en Silos,
una chimenea muda
que sueña con una sirena
que llama con su canto
a iniciar la jornada
de un nuevo día
o el fin del mismo,
de la tarde que muere
en una playa mediterránea.
BORGES
Hace 12 horas
arte y testimonio, así es tu poema
ResponderEliminarmil besos*
Esa barca debe extrañar mucho su mar y todos los placeres que son para ella.
ResponderEliminarEl tecto es tan bonito!
Me encanta como expresas cosas tan bellas con tanta naturalidad, la naturalidad de lo simple y bello de las cosas que vemos a diario.
Como me gustaria estar al borde de ese mar en este momento!
Besos y abrazos corazón y buen finde otra vez!
Quise decir texto perdon!Besos de nuevo!
ResponderEliminar- Rayuela: capturo y digo lo que veo para no guardarlo, para compartirlo... Besos
ResponderEliminar- Carla Peterson: La barca tiene ojos que miran al mar y sueñan con aventuras saladas. En la sencillez está la esencia. Te invito a compartir una tarde de mar. Cierra los ojos. Besos y buen fin de semana también para ti.
Bello poema de atardecer, pero en esta ocasión lo que más me conquistó es la fotografía. Me dan ganas de quedarme ahí, en el mismo lugar desde el que la has sacado, y permanecer por mucho tiempo observando.
ResponderEliminarBesitos
Comparto esa sensación contigo. Yo tengo muy cerca el lugar, pero el momento mágico pasó, sólo me queda la fotografía como único testigo, me conformo con observarla.
ResponderEliminarBesitos de atardecer