Cuando estrechas mis manos
renuevo mi universo.
Cuando me susurras palabras
invocas un extenso
discurso de amor.
Cuando me miras,
veo en tus ojos
todos los días compartidos
y por compartir.
Cuando me dedicas una sonrisa
sé de qué me hablas,
intuyo tu intención
que provoca la mía.
Cuando te despides de mí
sé que soñarás conmigo,
y esa certeza me envuelve
en una nube de dicha.
BORGES
Hace 6 horas
No es para menos. Todas esas certezas son para estar en una nube de dicha.
ResponderEliminarComo estoy yo por tu regreso, ¡y qué bien vuelves! Me encantó
Besitos, amiga
Gracias, mi niña. Necesito urgentemente sentirme en una nube de dicha para curar mis heridas.
ResponderEliminarYo también me alegro de haber regresado y encontrarte siempre aquí conmigo.
Besos
¡Nunca bajes de esa nube!
ResponderEliminarbesos
Texto intenso y confesionales, como corresponde a un poeta.
ResponderEliminar¡Bravo!
Mi cariño,
Anderson Fabiano
Gracias por tus palabras y por tu cariño, A. Fabiano.
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