Breves momentos de inspiración y alguna noche de insomnio

lunes, 17 de febrero de 2014

Corto y cambio 11

 Necesitaba escribir, como las medium cuando entran en trance, con esa escritura automática, con fuerza, golpeando el papel, como hacían aquellas Olivettis, de carro ruidoso en la que aprendió mecanografía. Pero este otro teclado le había enseñado algo de mesura, menos ruido y menos prisa. Ahora los dedos danzaban, y era la seda de sus yemas las que le conectaban con el mundo exterior, a través de una ventana de quince centímetros, donde cada día se asomaba buscando un mensaje que le acariciase el alma.

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