Breves momentos de inspiración y alguna noche de insomnio

martes, 9 de noviembre de 2010

El gran profeta


El gran profeta, originalmente cargada por merche77.
Qué vacío te taladra cuerpo y alma
en majestuosa ignominia
de quien despojó tus entrañas
en busca de una verdad
por descubrir,
por anunciar.

Qué grito ahogas en advertencia divina,
oquedad abierta a la luz
que alza tu mano en justicia
sobre las cabezas de los que te miran
y admiran, profeta de claroscuro,
profeta de tiempo olvido,
profeta.

Qué fuerza te domina por entero
en amenazante rictus
que descarga al aire
en luz proyectada,
curva, que riza la férrea fe
en el destino.

8 comentarios:

  1. Vacío es lo único que hay tras las palabras de muchos profetas.
    No en las tuyas, desde luego.

    Besitos

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  2. Hola Alís:

    Palabras huecas que juegan con las ilusiones y la fe de los incautos.

    Besitos

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  3. lo que yo tengo para decir, ya lo dijo Alís, así que estoy de acuerdo con ella.

    besitos*

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  4. Me sumo a las palabras de Rayuela,
    suscribo las palabras de Alís,
    prefiero escuchar tu recital
    que mil dogmas de fe en ortodoxias.

    Un beso en los poemas que recites

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  5. Jo, tu poema me da casi pavor.
    Estremecen esos verso.

    Besos.

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  6. ¡¡¡BESICOS MILES!!!
    Te quieres creer, que anoche sólo entré para decirte algo,estab reventaica, como decimos por aquí.
    Me hace gracia que estuvieramos escribiendo a la vez, pero fue a tu blog al único que me asomé y me olvidé de los besicos,sería el viento,ja,ja..que se los llevó a otro tiempo....
    ¡¡¡BESICOS MILLONES!!!

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  7. - Rayuela:
    Estamos de acuerdo las tres en la misma idea sobre el vacío.
    Mil besos*

    - Enric:
    Amigo, puestos a elegir, verdad? Gracias.
    Besos llenos de contenido

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  8. - Toro:
    A mí también, Toro, me estremecen volver a leerlos. Así lo sentí anoche y así lo siento ahora.
    Besos

    - Cabopá:
    Cómo me gusta terminar el día contigo! siempre me arrancas una sonrisa.
    Hoy recojo todos tus besicos, por si otro día osa el viento llevárselos.
    Y yo qué te puedo dar? pues besicos y más besicos

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