Un puñado de estrellas
en boca de madre
que la tierra es muy joven
y llora por dentro.
He plantado un árbol
con mis pobres manos,
he escrito historias
que en libros cuento.
He parido mil hijos
en cien esperanzas
y he cumplido mi pacto
con mi universo.
¿Y quien no planta árbol
ni escribe versos?
Lloran los hijos,
los que no vinieron,
y la tierra seca,
lágrimas muertas
regadas por los siglos
y siglos de sufrimiento.
Qué insulsa la vida
que no se vive
apurando el sorbo
que deja el rastro
de huellas de otras huellas
también vividas
en el tronco, en anillos
que dan los años...
Y en papeles bañados
por la experiencia
y en árboles deshojados
en desacato
al mundo que venimos
y que marchamos
por caminos trazados
de tanto en tanto.
MANICOMIO 238
Hace 2 horas
tantos libros
ResponderEliminarhemos escrito
en las manos
de los
hijos
del corazón
mil besos*
Qué bello pero a la vez triste poema y qué lástima que la cultura y educación no llegue a todos los rincones del planeta,tal vez seríamos una sociedad mejor.
ResponderEliminar¡Alguna vez la vida nos ha dado
ResponderEliminarun beso en estos besos de la boca!
Un beso por la vida regalado
en ese "qué insulsa la vida que no se vive apurando sorbo a sorbo..." veo el eterno motivo del "carpe diem" horaciano. Hace pensar.
ResponderEliminarY ese escribir un libro, plantar un árbol, tener un hijo...mil hijos...
Muy hondo el sentimiento.
Apuremos la vida hasta el último sorbo, la auténtica vida, la del ser y no la del tener.
ResponderEliminarUn besico, Mercedes.
Un triste poema, parece como si todos tus sueños estuvieran realizados, creo que siempre tenemos que tener sueños por cumplir.
ResponderEliminartiene unos pensamientos muy profundos.
Un abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.
Querida amiga,
ResponderEliminarHe leído y releído este poema de hoy con mucha atención: árbol,hijo, libro...Y te diré que es hermoso y muy profundo. Lo que menos me gusta es la tristeza que rezuma pues contagia y me ha producido muchos pensamientos que hoy no puedo expresar, será la lluvia de este otoño murciano que por el día calienta el sol a rabiar y por las tardes, varias ya, llueve como ahora mismo...
Te deseo felices sueños y que descanses...
- Rayuela:
ResponderEliminar...tantos libros en las voces de la experiencia que forman vida.
Besitos
- El Drac:
...tal vez, sí, tal vez. Gracia, amigo.
Besitos
- Enric:
ResponderEliminar"De vez en cuando la vida
nos besa en la boca
y a colores se despliega como un atlas..." como diría nuestro amigo Serrat.
Qué sería de nosotros sin hijos, sin libros y sin árboles que plantar con nuestras propias manos y que retoñaran en el futuro consentido?
Besitos
- Rosa:
Esa vida que se apura y que se entrega de nuestras manos generosas. Gracias, amiga.
Besitos
- Isabel:
ResponderEliminar...la vida del ser y del crecer siendo, cada día mejor.
Besicos
- Rosario:
No, amiga, soy una mujer muy soñadora, tengo más sueños que vida. Mi vida vale bien poco, mis sueños no tienen precio.
Besicos
¡Ay, mi niña Maricarmen! siento tanto contagiar tristeza...
ResponderEliminarSumar nuestras huellas a las huellas ya vividas, aportando nuestro ser y acompañando a otros en el camino de los años, sumemos y poblemos el sendero de árboles de sueño. Y quien no apure la vida, pasará por ella sin haber dejado huella.
¡Ay, mi niña Maricarmen! no estés tú triste por leer el poema.
Descansa, mi cielo, y gracias por venir.
Que insulsa la vida que no se vive
ResponderEliminarSabias son tus palabras, Mercedes, y sensibles tus versos. No hacen falta plantaciones, ni escritos ni hijos, que estamos en esta vida de paso como las aves.
Un beso ^_^
¿Estás más vitalista o ando yo muy perdida?
ResponderEliminarBesitos
- Montse:
ResponderEliminarEstamos de paso, Montse, pero aún los pasos dejan huellas.
Besitos
- Alís:
Jaja... no lo sé, no lo sé, ¿vitalista de vitalismo?
Besitos