Te muerde la angustia
desmedida, delirante,
que conozco, de lejos
-aunque de distancias
no entiendo-,
el peligro que te acecha,
que intenta arrastrarme...
pero ¡basta ya!
no son tus primaveras lo que ansío.
Tus miedos no son mis miedos
ni tu corazón mi corazón,
debiera comprender tu angustia,
quizás tu rabia
que se esconde y recela
y protege tu cuerpo estrangulado
por la serpiente del pánico.
Y te desdoblas...
que no soy yo,
es una imagen extraña,
tus ojos desconfían
de lo que ha de venir,
está por llegar,
ya lo siento.
La calle se ha abierto
y tú te acoges a sagrado
en un espacio enmarcado
expuesto al viento.
CAMINOS LIMPIOS
Hace 10 horas
Buenos días... un bonito poema, sin embargo la angustia no es buena, vives siempre con miedos.
ResponderEliminarUn saludo
Hoy en día me daría miedo acogerme a sagrado.
ResponderEliminarBesos.
que no nos muerda la angustia!
ResponderEliminarcorramos la calle!
besos*
La angustia... qué mala compañera es. La conozco muy bien, y no la extraño en absoluto.
ResponderEliminarBesitos
Que fuerza le das a esa angustia...me gusta como la describes.Buenas noches Mercedes,besos!
ResponderEliminarNúria
- Balovega: No, en absoluto es buena la angustia. No sirve para nada que no sea negativo. Gracias. Besitos
ResponderEliminar- Toro salvaje: Sería como meterse en la boca del lobo. Besitos
- Rayuela: Venzamos la agorafobia, amiga, corramos la calle. Besitos
- Alís: Los que sabemos de ella no la queremos ni de lejos. Besitos
- Moonlight: Será porque la angustia es un sentimiento muy fuerte y cuando me atenaza no me deja respirar. Gracias, Nuria. Buenas noches. Besitos