En un jardín de flores blancas
pasearía mi paz vestida de primavera,
sembraría de sueños cada rincón
como semillas de oro,
donde crece la felicidad
con la sonrisa puesta para la ocasión.
No me preguntes por mí,
di que me he ido al jardín de flores blancas,
el mundo que me rodea quizás no sea el mío,
quizás he nacido en otro y no me deja vivir.
Déjame pasear mi paz vestida de primavera,
quizás no sea mi vestido, pero lo pido prestado,
un día es un día, y nada cuesta, o cuesta demasiado.
En un jardín de flores blancas
las enredaderas trepan
como la angustia en un pecho virgen
que no conoce el límite de la realidad.
MANICOMIO 238
Hace 2 horas
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Pero soñar no cuesta nada..., o cuesta demasiado.
ResponderEliminarYo siempre te imagino en un jardín de flores blancas.
Besos
Quién no se iría a un jardín así?
ResponderEliminarPrecioso poema.
Besos.
- Alís: Ambas cosas, si puede ser. A veces se impone la realidad y nos impide soñar.
ResponderEliminarYo imagino y deseo un jardín de flores blancas para tod@s. Gracias por tu excelente imaginación. Besitos gallegos.
- Toro Salvaje: Vámonos, Toro, no te lo pienses. Gracias, amigo. Besitos.
Me gustan en especial las dos últimas estrofas, contiene figuras muy conseguidas.
ResponderEliminarGracias, Rosa, por tus palabras. Te invito a mi jardín, tú vendrás vestida de mar.
ResponderEliminarBesitos de flores blancas