Jugamos en el límite,
no me preguntes cómo
pero lo hacemos,
y nos asomamos al precipicio
como dos chiquillos curiosos
que saben que pueden caer
pero les atrae el juego,
el vértigo que se instala
en las conciencias.
Apostamos fuerte
con palabras verdaderas
y caricias que van
más allá de la piel.
No me preguntes cómo
pero lo hacemos
y en cada partida
gano más que pierdo.
MAGIPOEMAS 57
Hace 21 horas
Sí conozco esa sensación, fuí un apostador empedernido de caballos, hasta que ¡¡quebré!!!
ResponderEliminarJugar al límite tiene su encanto, sobre todo si lo que buscas son emociones fuertes.
ResponderEliminarBesos
Me habia perdido este post?
ResponderEliminarQue mala soy, se me pasó y cuanto lo lamento.
Pero aca estoy para decirte que si, jugar al limite tiene algunos riesgos, pero sinceramente a veces vala la pena!
Vengo desde arriba, no paro de alucinar con tus fotos.
Creo que quiero ir a España yaaaa!
Besos corazón!
Prepara las maletas que aquí ya ha comenzado el buen tiempo.
ResponderEliminarMuchos besos
Divino juego, intenso y apasionado.
ResponderEliminarUn beso grande
PD: Qué precioso lugar el de la foto!
Rozar el límite y después transgredirlo es algo que no tiene precio.
ResponderEliminarBesos
PD: Frigiliana tiene un encanto especial.