Dos barcos que se cruzan a lo lejos
en la línea que traza el mar
dos destinos, dos vidas
dos, que fueron uno en otro tiempo.
Miras temeroso el mar
que se alza a tu espalda
y te bates en retirada
porque aún no sabes
de vida, no sabes de muerte,
eres joven, muy joven aún.
Pero tu otro yo mira al frente,
porque sabe de historias pasadas
y no teme a la incertidumbre,
conoce al niño que fue,
que todavía sigue
paseando por la playa
receloso de las olas.
MANICOMIO 237
Hace 4 horas
Cuánta ternura y cuánta vida leo hoy en tus versos!!
ResponderEliminarBesitos
La inocencia de la niñez que a veces tanto añoramos.
ResponderEliminarBellamente tierno.
La imagen espectacular!
Te abrazo!
- Alís: Gracias, preciosa. La vida, hay días que golpea en tu puerta y te hace escribir vida. Besitos.
ResponderEliminar- Carla Peterson: La niñez es la inocencia por excelencia, por eso la añoramos. Gracias. Besitos.